Por Diego Domínguez González (UC3M).
El dato de este estudio de TRESCA que más me ha sorprendido es que más de la mitad de la gente que ha intervenido en esta encuesta (el 57% de los 7.120 participantes) se eliminaría las redes sociales para eliminar las emociones de enfado, rechazo, tristeza y presión que pueden surgir de estas en su día a día. Además, los datos indican que cuanto más se interesa y conoce una persona acerca de los efectos negativos de las redes sociales en nuestras vidas, más quieren dejarlas (del 77% que dijo que quería saber más, el 62% querrían dejar sus redes sociales), lo cual indica que es ciertamente alarmante como algo hecho para acercar a los humanos y que compartan sus experiencias y pensamientos puede tener efectos tan negativos en muchos de sus usuarios. Es posible que la gente que se documenta más acerca de algún tema es más propensa a mostrarse crítica sobre algún aspecto o a tener de primeras una posición negativa acerca de ello, no obstante los datos siguen siendo llamativos.
La diferencia entre las personas que más querrían investigar por su cuenta y las que más se fían de sus instituciones es comprensible: los países mediterráneos, como Italia y España y también Hungría (con un gobierno de características similares) prefieren investigar por ellos mismos, mientras que países con políticos menos corruptos, mejor preparados y, en definitiva, con mayor fama y reputación de la clase política, son más dados a fiarse de las instituciones y menos dados a buscar información por sí mismos (como Alemania, Holanda, Francia y Polonia). Esta distinción, como ya se ha mencionado, viene dada por causas culturales, políticas e históricas.
A las 14:00 la participación en las elecciones autonómicas del territorio castellano leones asciende a un 34,73%, 2,2 puntos menos que en las elecciones pasadas en el año 2019. Si observamos los datos a esta hora de todas las anteriores elecciones en esta autonomía se puede percibir un claro descenso de participantes, no volviendo a recuperar los valores de 1995 (41%) y alcanzando mínimos de 33,6% en 2015 (muy cercanos al que se ve hoy).